Llevo trabajando en el sector comercio de autónoma y por cuenta ajena más de la mitad de mi vida.
En todo este tiempo he trabajado con PERSONAS responsables y no tanto, trabajadoras y de las que nunca se ofrecen para ayudar, buenas compañeras y no tan buenas, despistadas ,organizadas, con espíritu de equipo, sin él……todas ellas con su “etiqueta”
Todas conocidas y algunas para mi suerte amigas.
Hace casi dos años tuve la oportunidad de conocer el Centro Juan María y la suerte de entrar a formar parte del” PROYECTO JUAN MARÍA by lolola.”
Visité durante unos días su Centro Especial de Empleo y conocí a las personas que empezarían a trabajar en este súper proyecto y a Vanesa la que sería mi compañera.
En ese momento no me veía capaz. Nunca había trabajado en discapacidad y como me conozco sé mis limitaciones y una de ellas es que soy empática hasta con las moscas y eso a pesar de que para algunas personas es una virtud, en mi caso es un problema.
Pensé que las personas del centro iban a darme pena, ternura, lástima y que lo iba a pasar fatal.
Solo tuve que pasar un par de días con ellas para darme cuenta de lo que me estaba pasando. Simplemente no sabía cómo eran estas personas al no haber trabajado nunca con ninguna. Y realmente creo que es lo que le pasa a la mayoría de la sociedad que no las conocen a no ser que les toque de cerca…… ¡Y no saben lo que se están perdiendo!!!!
Empecé a trabajar. Y ¿sabéis qué? Volví a encontrarme PERSONAS responsables y algo menos, despistadas, organizadas , trabajadoras y alguna un poco menos ……..pero siempre dispuestas a ayudar, con un espíritu de equipo espectacular, súper buenas compañeras (que no es fácil al ser muchas), cariñosas, con ganas de aprender y superarse cada día ,con ganas de que llegue el lunes para trabajar ,que siempre tienen una sonrisa o una palabra cuando te ven mal y que se preocupan por todos.
Aquí no encontré personas conocidas son todas AMIGAS.
Y sí. Sería ideal un mundo #sinetiquetas pero nos las ponen a todos sin tener en cuenta si tienes o no discapacidad.
Y sinceramente que suerte tendríamos si tuviésemos la mitad de las suyas.